El pasado 6 de marzo se realizó en Buenos
Aires la conferencia “Golpe y Derechos Humanos en Paraguay” en el Centro de Estudios Legales y Sociales
(CELS). Para la actividad
disertaron el ex canciller Jorge Lara
Castro , la integrante de la Coordinadora Nacional de Organizaciones de Mujeres
Trabajadoras Rurales e Indígenas de Paraguay (CONAMURI), Perla Alvarez; el
presidente de la Plataforma de Estudios e Investigación de Conflictos
Campesinos (PEICC), Domingo Laíno, y Clyde Soto, por la Coordinadora de
Derechos Humanos Paraguay (CODEHUPY).
El panel fue coordinado por el ex canciller
argentino y actual miembro de la Comisión Directiva del CELS, Jorge Taiana, y
contó con la numerosa participación de representantes de organizaciones
sociales y políticas. Los panelistas abordaron con solidez los vínculos entre el quiebre institucional y
la situación de los derechos humanos en Paraguay con particular foco en la
persecución y criminalización de quienes luchan por el acceso a la tierra.
En la apertura Jorge Taiana indicó que “si los
sistemas no incorporan nuevos sectores, no se vislumbran nuevas perspectivas” y
agregó que los actores que justamente históricamente fueron negados de
participación, son los campesinos/as e indígenas. Asimismo, señaló que la sanción ejercida por
la región implica una estrategia de autodefensa, considerando también lo
sucedido en Honduras como el antecedente inmediato.
El Evento fue organizado por el Movimiento138. Colectivo de resistencia
cultural y el Grupo de Estudios Sociales sobre Paraguay (GESP-UBA) Desde
Paraguay, se contó con la asistencia de APE Paraguay, Articulación Curuguaty y
el Mirador Paraguayo, que colaboraron en la transmisión por internet.
Todos los disertantes expresaron gran
preocupación por la situación actual de los Derechos Humanos en Paraguay, ya
que hay signos de atropellos sistemáticos que merecen atención en la región
latinoamericana.
La
“concentración escandalosa” se da en manos de “latifundistas evasores”
El presidente de PEICC, Domingo Laíno, fue el
primero en realizar su exposición que apuntó a describir los rasgos
fundamentales que hacen a la desigualdad social y que son causales de la
pobreza extrema en el país. Señaló que en el 2010 mientras la economía creció
en un 15%, creció también la pobreza rural en el Paraguay.
Luego de dejar en claro que a economía paraguaya
se rige por la tierra, Laino sostuvo que la “concentración escandalosa” se da
en manos de “latifundistas evasores” cuyos “títulos” no coinciden con los
documentos oficiales. Asimismo, indicó que desde 1963 al 2013 el Instituto de
Bienestar Rural (IBR) y el Instituto Nacional de Desarrollo Rural y de la
Tierra (INDERT) transfirieron de forma irregular 8 millones de hectáreas de
tierras. Entre estos “criminales beneficiados” se encuentra Blas N Riquelme,
titular de Campos Mormombí.
Según la FAO el Paraguay, es el país en el que
más concentración existe. En tiempos de dictadura stronista se realizaron
ventas fraudulentas, vendidas y revendidas a “colonos brasileros, ahora señores
feudales” afirmó Laíno. El amigo y socio de Lino Oviedo, Blas Riquelme, recibió
siempre los apoyos necesarios para continuar con los negociados mafiosos.
“El
caso Curuguaty permite comprender la confluencia de factores geopolíticos, y que confluyen intereses más allá de lo
económico”.
Perla Álvarez, integrante de la Coordinadora
Nacional de Organizaciones de Mujeres Trabajadoras Rurales e Indígenas de
Paraguay (CONAMURI), es una de las principales personas que trabaja en
territorio con las familias de los campesinos y campesinas afectadas en la
Masacre de Curuguaty. Su tenaz lucha no opaca su dulzura y profundidad que se
desplegó en una exposición que arrancó con un saludo a los presentes en
guaraní.
“La Masacre de Curuguaty es un hecho de
grandes dimensiones, sin precedentes en el Paraguay. En minutos se masacraron campesinos y
policías. El caso permite comprender la complejidad del proceso, ya que interactúan
factores geopolíticos y confluyen intereses más allá de lo económico. Todo esto
reditúa a sectores dominantes” señaló Perla.
En su exposición, Alvarez explicó que la
extensión del modelo del agronegocio arrincona a las comunidades campesinas en
pequeñas islas. Existen tres departamentos que sufren masivamente la interferencia
del cultivo extensivo que resulta de un modelo que se viene gestando en los
últimos 30 años, que expulsa la agricultura campesina familiar. Lo mismo ocurre
en el Chaco paraguayo en los territorios indígenas en conflicto con los
ganaderos.
La integrante de CONAMURI señaló que Blas
Riquelme posee sólo en el departamento de Canindeyú 70 mil hectáreas, sin
contar las que tienen en otros departamentos de Paraguay. Sin embargo la
disputa que se da por las 2 mil hectáreas, sobre las que no tiene título y
figuran en catastro como tierra fiscal. Esas tierras implican un espacio
minúsculo, una menudencia, respecto a las propiedades que el empresario Blas
Riquelme posee. Mientras que los once campesinos que murieron no tenían donde
vivir, donde trabajar. Esto ilustra los enormes márgenes de desigualdad que
existen. Las irregularidades registradas en la posesión de la tierra se deben a
la corrupción del Estado.
La Masacre de Curuguaty se produjo el 15 de
junio. Perla recordó que el día posterior la Asociación Republicana Paraguaya
(ARP, más conocida como Partido Colorado) y la Asociación que nuclea a los sojeros
definieron juntos el juicio político a Lugo, y la prensa lo puso en agenda con una condena cantada previamente.
“A los campesinos se los está condenando sin
investigación ni pruebas” dijo Perla, “sin siquiera vergüenza de las
actuaciones que realizan” agregó más tarde. Así se perpetra una violación sistemática de los derechos
humanos de los campesinos en general y de los presos políticos en particular.
“Dos de los huelguistas llevan alrededor de 40 días de huelga de hambre, cinco de ellos
tienen prisión domiciliaria luego de 50 días de huelga de hambre. Existen 60
personas imputadas, 45 de ellos prófugos. Es decir que en cada familia de esta
comunidad campesina hay más de un preso, muerto, desaparecido o judicializado.
Estas a familias se encuentran protegidas únicamente por la solidaridad que
tienen entre ellas, pero no sabemos como pueda sostenerse ello en el tiempo ya
que no hay garantías” expresó la referente de mujeres campesinas e indigenas. Quizás
uno de los momentos más llamativos de su exposición, fue cuando denunció la
existencia de un “Plan Curuguaty” llevado a cabo por el gobierno golpista para
desarticular la organización, la protección y la resistencia a partir de un
trabajo de inteligencia y el uso de profesionales.
Por otra parte, se entrevió que el contexto
electoral deja relegada la temática. “Ello complica la capacidad de respuesta
que podamos tener ante tanta agresión sistemática. En este momento estamos muy
preocupados por los huelguistas y por todos los compañeros y compañeras que
están siendo acosados en sus territorios. Las comunidades indígenas se
encuentran en la misma situación, tan delicada como el caso Curuguaty” aseveró Álvarez.
“El
golpe se realiza porque se necesita continuar con una matriz de dominación y
concentración”.
La tercera disertante fue Clyde Soto, por la
Coordinadora de Derechos Humanos Paraguay (CODEHUPY). Ella manifestó que la
relación simbiótica entre el golpe y violación de los derechos humanos se basa
en un largo proceso. “El golpe se realiza porque se necesita continuar con una
matriz de dominación y concentración” afirmó Clyde. “La concentración se
consolida durante la dictadura de Stroessner. El golpe no trajo nuevas
violaciones de los DDHH sino que se eliminaron mecanismos incipientes para
modificar ese patrón que continúa casi intacto” agregó la disertante.
Asimismo, Soto señaló que los eventos de
violación de los Derechos humanos toman un ritmo vertiginoso que visualizan los
vínculos entre operadores y gestores del poder político. Ese vínculo se impone
con impunidad. “Desde 1989, año de la caída de Stroessner, mueren 120
campesinos. Hemos seguido 77 de esos casos, ninguno de ellos tuvo una investigación justa” sostuvo la
especialista en Derechos Humanos.
Posteriormente, Clyde comentó que “El golpe se
realiza para romper acuerdos básicos que molestaban en el camino impuesto por
el modelo de la agricultura intensiva. Todos los documentos oficiales que se
han producido a partir del caso Curuguaty son una muestra del absurdo. Hay
asesinatos electivos en manos de sicarios y se teme por la vida de 8 personas
más que reciben amenazas”. En esta dirección, calificó al tratamiento judicial
del caso Curuguaty como “una sumatoria de absurdos. Hay imputadas 60 personas
que no estaban en el lugar de la lucha sino que se encontraban en un listado
oficial. 14 procesados, un adolescente condenado en un proceso abreviado.
Institucionalmente se cerraron todas las puertas para que esto cambie porque el
mismo fiscal fue ratificado. El mismo juez que manifestó desprecio por la vida
de los huelguistas, que cedió las tierras a Blas Riquelme es quien tiene en
manos este caso”.
Para continuar con la descripción de este
desalentador panorama, Clyde mencionó la situación de las dos embarazadas presas,
los despidos injustificados de 3 mil funcionarios públicos, los negociados vergonzosos
en manos del gobierno golpista para justificar su concepto de desarrollo, la
violación de DDHH en comunidades indígenas, la violación de la libertad de
prensa en el avasallamiento a la TV pública, etc.
En cuanto al análisis político, la referente
de CODEHUPY sostuvo que el golpe empodera a una derecha retrograda y
conservadora y además quebranta la relación frágil entre las fuerzas
progresistas. Para terminar comentó “es necesario que los DDHH ocupen su lugar
central en la agenda política. Hay que fortalecer la capacidad de defensa”.
La
concentración, exclusión y desigualdad se desarrollan conjuntamente con el
modelo del agronegocio
Jorge Lara Castro, ex canciller paraguayo
durante el gobierno de Fernando Lugo, tuvo a su cargo el cierre de la sucesión
de exposiciones, retomando lo expresado y realizando un valioso análisis.
Lara Castro señaló que si bien dictadura hubo
atropellos a los derechos humanos que se justificaban impunemente, a nadie se
le ocurría decir que eso era una democracia. “Ahora la violación de los DDHH se
realiza bajo ese concepto. El acto electoral viene a consolidar y justificar
todo el daño que ya se está haciendo. Es un golpe contra la integración de los
pueblos latinoamericanos. Los golpes se dan cuando los sistemas políticos y
económicos muestran signos de agotamiento” afirmó. Antes el “estado de
excepción” tenía la forma de “estado de sitio” y hoy tiene la forma de un
proceso de democracia representativa, sostuvo más tarde-
En una definición contundente, el ex canciller
marcó “la concentración, exclusión y desigualdad se desarrollan conjuntamente
con el modelo del agronegocio. Es un modelo que no solo destruye la naturaleza
sino la vida. Promueve la imposibilidad de miles de paraguayos de trabajar
dignamente. Es un modelo que para su funcionamiento requiere una serie de
mecanismos en manos de los medios de comunicación”.
Asimismo, cuestionó la validez del actual
escenario electoral “elecciones no significa democracia cuando hay un pueblo
marginado. Este sistema estimula el pensamiento neocolonial que se basa en la
desinformación y la violencia. Los golpistas son en la actualidad los primeros
promotores de la “competencia electoral” y se presentan a elecciones
uniformados de demócratas. No hay piezas sueltas” manifestó el ex funcionario.
Más tarde invitó a pensar “¿Cómo hablar de un
estado de derecho si la mayoría de los indígenas y campesinos están fuera del
Estado? Se trata de un estado de excepción en base al despojo.
“Curuguaty expresa la problemática historia de
la estructura agraria, pero también de las luchas campesinas.
Los conservadores
fueron muy hábiles para dar el golpe, pero la lucha campesina demuestra una
solidaridad infinita. Durante la dictadura no hubo jóvenes que se sacrificaran
por el mercado, sino que murieron por la búsqueda de la dignidad humana. El desarrollo de nuevas opciones dependerá de
nuestras capacidades y sabidurías para redefinir nuestras soberanías” afirmó
Lara Castro.
El ex canciller fue quien realizó mayores
referencias respecto a cómo entender este golpe constitucional. En esta
dirección sostuvo que todos los golpes fueron siempre realizados por los
intereses dominantes, ahora son constitucionales pero violando la constitución;
pues frente al modelo de la agroindustria, comenzaban a visibilizarse varios
problemas que resultaron insoportables para determinados grupos de poder.