domingo, 3 de marzo de 2013

La Guerra de la Triple Alianza y las trasnacionales como los nuevos actores protagonistas


                                         



En 1865 y hasta 1870, Argentina, Brasil y Uruguay  se aliaron para realizar una guerra que aniquiló al Paraguay. Tres países contra uno solo durante 5 años, resulta una matanza que solo puede ser calificada como una canallada.

En aquel entonces, el Estado paraguayo practicaba un celoso proteccionismo que molestaba a las ambiciones imperialistas.  Para describir las consecuencias, son ilustrativas las palabras de Eduardo Galeano:
“La miseria empuja al éxodo a los habitantes del país que era, hasta hace un siglo, el más avanzado de América del sur (…)  Los paraguayos sufren la herencia de una guerra de exterminio que se incorpora a la historia de América Latina como su capítulo más infame (…) Brasil, Argentina y Uruguay tuvieron a  su cargo el genocidio. No dejaron piedra sobre piedra. Ni habitantes varones sobre los escombros”.

Y “la Guerra de la triple Alianza continúa” dice Galeano…. porque con ella se destruye un país que hasta ese momento no tenía la interferencia del capital extranjero.  A partir de ese acontecimiento comienza un proceso de saqueo y concentración de la tierra que se ha profundizado a lo largo de la historia hasta llegar a la actualidad con el 87% de las tierras en manos de un 3% de los propietarios. Ese 3% además hoy recibe financiamiento internacional de empresas transnacionales que manejan la política del país en el poder ejecutivo, parlamentario, judicial y los medios de comunicación del Paraguay.

Esta clase terrateniente manifiesta un desprecio por la vida humana de los más pobres, es decir, de la mayoría del pueblo paraguayo.  Diariamente vemos como esta clase terrateniente hace ostentación de su riqueza, de su poder y de su autoridad avasallando los derechos y la voluntad popular, quebrantando la democracia.

Mientras Paraguay siga sosteniendo sus índices de pobreza, de mortalidad infantil, de muertes por enfermedades evitables, se sigan persiguiendo y reprimiendo las luchas sociales, principalmente campesinas…mientras Paraguay siga siendo uno de los países más desiguales del mundo, la guerra de la Triple Alianza continuará en vigencia, porque es el imperio de los más ricos el que se lleva la vida de niños, adolescentes, adultos y ancianos.

Hoy al igual que los niños que combatieron disfrazados de adultos, igual que los hombres que murieron en el campo de batalla, que las mujeres que sirvieron durante la guerra y que reconstruyeron un país en ruinas luego  la guerra; al igual que todas esas personas que lucharon, nos toca pelear contra los poderosos sin más recursos que nuestros cuerpos y nuestras palabras. Y al igual que aquellos estamos dispuestos a resistir por la libertad, la justicia, la igualdad y la verdad.

Es por eso que hoy estamos convocados a luchar por recuperar la democracia; y porque queremos justicia exigimos la inmediata liberación de los presos y presas de Curuguaty. Dos de ellos llevan más de 30 días de huelga de hambre. Las personas encarceladas han sido violentadas en sus derechos. Ellas son objeto de permanentes torturas físicas y psicológicas. Nunca recibieron asistencia médica adecuada. Hay dos mujeres embarazadas y un adolescente de 16 años condenado por llevar comida y agua a su hermano que resistía en Curuguaty.

Las acusaciones no tienen fundamento y no hay garantías para estas personas. Sólo hay un  Estado criminal que las persigue.

La guerra de la Triple Alianza fue una canallada para perpetuar el imperio británico. La Masacre de Curuguaty fue una canallada para derrocar un gobierno democrático y seguir favoreciendo al poder de las clases dominantes que ahora tienen una nueva forma: las transnacionales que se siguen sirviendo del país y sus recursos.

Movimiento 138 convoca a todos los presentes a luchar por los derechos humanos en el Paraguay con acciones concretas. Reclamando todos los días, a cada hora y en cada lugar  la libertad de los presos y presas del caso Curuguaty. Justicia y reparación para las víctimas de esa masacre  que se llevó la vida de 17 paraguayos y además cuatro luchadores sociales que fueron exterminados a sangre fría durante el gobierno de facto de Federico Franco.

Estamos juntando firmas, adhesiones, convocando a la gente a participar de actividades que buscan instalar el tema en la opinión pública y ejercer presión sobre aquellos tiranos que no respetan la vida. Queremos romper el cerco mediático que se ha tejido sobre gran parte de la población paraguaya y sostiene el silencio y la impunidad. 

Esta es nuestra palabra.

Movimiento 138.

Discurso pronunciado durante el acto de conmemoración del Fin de la Guerra de la Triple Alianza.
1 de marzo de 2013, Deportivo Paraguayo, Buenos Aires. Argentina. 

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